¿Por qué se vuelve a hablar tanto del Glutation? 

El glutatión, considerado el más potente antioxidante  es capaz de combatir los radicales libres debidos a los estados inflamatorios.

El glutation  vuelve a ser noticia gracias a un estudio italiano realizado por un grupo de investigadores universitarios coordinados por el neurocirujano Sergio Pandolfi, de Roma, y el profesor Giovanni Ricevuti, de la Universidad de Pavía.

 Este trabajo confirmaría, en relación con el protocolo emitido por el Ministerio de Sanidad para el tratamiento de los pacientes afectados por el Sars-Cov2, que "el paracetamol (Gelocatil , etc.) reduce las reservas de glutatión, una sustancia natural que actúa como antioxidante. Una deficiencia de esta sustancia puede conducir a un empeoramiento de los daños causados por la inflamación provocada por la infección del Coronavirus".

De hecho, desde hace al menos un año, quienes siguen a los pacientes de Covid han podido detectar los efectos de una verdadera "tormenta de citoquinas" como factor agravante de la enfermedad. Esta tormenta está provocada, al parecer, por la activación de nuestras defensas inmunitarias que, en el acto de producir anticuerpos específicos contra el virus, desencadenan también la respuesta inflamatoria, liberando una cantidad de citoquinas proinflamatorias que, si es excesiva, corre el riesgo de convertirse en incontrolable. Normalmente, en los individuos jóvenes y sanos, los sistemas antioxidante e inmunitario funcionan con normalidad, trabajando juntos para eliminar la causa  desde la raíz de la infección o del daño orgánico. Pero cuando el equilibrio entre los ROS (radicales libres) circulantes y las defensas antioxidantes puestas en marcha por nuestros sistemas de amortiguación (situados en el intestino, el hígado, el riñón, el estómago y los pulmones) es desfavorable, el sistema inmunitario también se resiente, porque no puede hacer frente a la infección de forma eficaz activando sus propias defensas endógenas.

Los radicales libres son normalmente paralizados por moléculas antioxidantes, conocidas como carroñeros precisamente por su capacidad de neutralizar los radicales libres, el más potente de los cuales es el glutatión.

¿Qué es el glutatión y cómo funciona?
Concentrado en el medio citoplasmático, gracias a su particular estructura química, el glutatión es una molécula que interviene en el mantenimiento del correcto estado de oxidación-reducción intracelular, actuando como molécula barredora de los radicales libres del oxígeno. Además de su fuerte actividad antioxidante, al glutatión se le atribuyen también actividades desintoxicantes, inmunomoduladoras y citoprotectoras.

El glutatión, o GSH, es un tripéptido natural, es decir, una sustancia formada por tres aminoácidos: glutamato, cisteína y glicina. Esta composición química particular confiere al glutatión una gran capacidad para oxidarse o reducirse, protegiendo a las proteínas de la acción nociva de los radicales libres (ROS). El glutatión, al liberar su ion hidrógeno (H+), que actúa como aceptor de electrones (e-) de las moléculas de ROS, es capaz de "neutralizar" y hacer inofensivas las propias ROS. Gracias a la enzima glutatión reductasa, el glutatión oxidado vuelve a su forma original, recuperando la molécula de hidrógeno que tenía al principio y regenerándose continuamente para desempeñar sus funciones.

Presente en el organismo de forma ubicua, el glutatión se concentra especialmente en el hígado, donde protege a los hepatocitos de las moléculas tóxicas de origen exógeno o endógeno. Sin embargo, una concentración excesiva de sustancias tóxicas en el hígado agota los niveles tisulares de glutatión, lo que provoca graves daños hepáticos.

Entre los medicamentos con efecto "hepatotóxico" se encuentra el paracetamol (Gelocatil , etc ). De hecho, en la práctica clínica, el glutatión reducido se administra por vía intravenosa como antídoto directo y "rápido" en la intoxicación por paracetamol, un fármaco a menudo considerado erróneamente como "antiinflamatorio". En contra de lo que mucha gente piensa, el paracetamol no tiene actividad antiinflamatoria (es decir, no actúa sobre los mecanismos que activan las citoquinas proinflamatorias), sino que es principalmente un fármaco sintomático con acción analgésica (reduce el dolor) y antipirética (baja la fiebre).

El glutatión, que vuelve a estar de moda porque se ha descubierto que es deficitario en los pacientes de Covid y que se empobrece aún más por la acción del paracetamol, nos lleva de nuevo a reconsiderar la "tormenta citocinética" y, por tanto, el alto nivel de inflamación que se desencadena en algunos individuos tras la infección por Sars-Cov2, como una piedra angular en el tratamiento de la enfermedad, que deberá ser explorada mediante nuevos y posteriores estudios.

Mientras tanto, abastecerse de glutatión, del que podemos ser inconscientemente deficientes, puede ciertamente ayudarnos a mantener a raya los radicales libres, cuya hiperproducción está ahora claramente vinculada al envejecimiento celular, a muchas patologías crónicas y a la respuesta inmunitaria.

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