El Dr. Wilhelm Heinrich SCHÜSSLER, nace el día 21/08/1821 en Bad Zwischenahn, Gran Ducado de Oldenburg (Alemania), lugar donde trascurre toda su infancia. Estudiante notable y dotado para el estudio, se dedicó desde su juventud, primero al estudio y después a impartir clases de lengua extranjeras que le servían de sustento debido a su precaria situación económica. A pesar de su imposibilidad de cursar estudios superiores, tenía un gran conocimiento en lenguas antiguas y modernas. Pronto se interesó por la homeopatía y rebasados los 30 años comenzó a estudiar medicina – sin tener el bachillerato superior- en las universidades de París, Berlín y Giessen, obteniendo en tan solo dos años y medio el grado de Doctor en Medicina.
A partir de 1858 se establece en Oldenburg donde ejerce la medicina. Más tarde debido a su afán de investigación desarrolló áreas diferenciales, influenciado principalmente por los nuevos descubrimientos de la fisiología y bioquímica y de los trabajos de Moleschott y Virchow y la patología celular. En 1873 aparecen sus primeros trabajos de investigación sobre las sustancias minerales y publica el tratado sobre “Una terapia abreviada”.
Schüssler, mediante su labor de investigación dio con un total de 12 sales bioquímicas presentes en el organismo y necesarias para su buen funcionamiento;
Las 12 Sales de Schüssler ejercen una función reguladora del organismo. Su aporte desencadena un estímulo que capacita a las células para una mayor y mejor absorción de las sales minerales contenidas en la alimentación, mejorando la salud y el bienestar de la persona.
El fundamento de este método terapéutico se encuentra en la bioquímica, que es la ciencia que estudia la composición y estructura química de los seres vivos y la dinámica de sus procesos metabólicos.
Las sales minerales son elementos nutritivos esenciales para las células.Un déficit en la distribución de estos compuestos inorgánicos impide el desarrollo de una actividad celular normal, desencadenando el proceso que conocemos como enfermedad. Mediante el aporte de pequeñas dosis de estas sales se puede restablecer la nutrición celular y, con ello, la salud del organismo.
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Pues bien, con el paso del tiempo nuestro organismo va perdiendo la capacidad de producir colágeno. Si nos centramos en la piel, productos de dermocosmética nos ayudarán de forma externa, pero no solamente interviene directamente en mantener la juventud de la piel, sino que también es un componente principal de todos los tejidos como los huesos, músculos, tendones, ligamentos… Por esto no tenemos que pasar por alto su existencia ni las necesidades que tenemos de él.
La alimentación es fundamental, alimentación equilibrada y la suficiente ingesta de líquido hará que nuestra piel luzca hidratada y sana,
Schüssler Age Protection es una línea de cuidado facial 100% natural que ofrece una altísima calidad y unos componentes únicos; ácido hialurónico, células madre vegetales de naranja y sales minerales de Schüssler.En concreto estos dos últimos son los ingredientes que la hacen totalmente diferencial al resto de dermocosmética del mercado.